Existe hoy en día un interés
social cada vez mayor hacia el medio natural y su puesta en valor. Las
funciones recreativas y turísticas se han multiplicado en los últimos años,
pero el mero hecho de introducirse en el medio natural ya provoca una serie de
alteraciones en éste. Estas alteraciones pueden convertirse en un grave impacto
si no se toman medidas de carácter preventivo, más aún cuando las actividades
se repiten de un modo sistemático en un lugar concreto y con un número más o
menos elevado de personas participantes, muchas de las cuales ignoran los
valores y la fragilidad de ese medio.
Sin embargo, la solución no está
en eliminarlo o prohibirlo de forma general. El uso del medio como lugar de
recreo conlleva inevitablemente transformaciones y alteraciones del entorno,
pero es el gestor de ese medio natural el que está obligado a acondicionar el
espacio para ese uso asignado, realizando una planificación que establezca unos
límites aceptables a los cambios, de forma que no se llegue a situaciones
críticas.
Si cogemos como ejemplo de medio
natural el monte, las actividades recreativas más representativas son: picnic,
senderismo y bicicleta de montaña, aunque existen otras como carreras, paseos a
caballo, escalada, esquí o parapente. En los últimos años, además, están
cobrando auge otras actividades con un importante impacto, como el descenso
extremo en bicicleta, que además de resultar incompatible con otros usos como
el senderismo, en ocasiones lleva aparejada la apertura de nuevos caminos y
cada día son más frecuentes los eventos deportivos, como las carreras, que
concentran a un elevado número de participantes.
Aunque domina la afluencia
individual de visitantes, la demanda de actividades de recreo ha llevado a la
aparición de empresas especializadas en la prestación de estos servicios, como
la organización de rutas. Esta actividad empresarial implica concentraciones
grandes de visitantes al mismo tiempo y en un mismo lugar, lo que da lugar a
impactos mucho más apreciables que la actividad individual.

Los
impactos negativos que el uso recreativo ocasiona sobre los elementos básicos
del medio natural se pueden resumir en:
- Impactos
sobre el suelo: el
efecto del pisoteo ejercido tanto por personas como por vehículos o máquinas
compacta el suelo tanto en los caminos existentes como en los nuevos que se
crean. Esto dificulta la regeneración de la vegetación natural que a su vez
favorece la erosión y elimina los niveles horizontales (capas del suelo) lo que
provoca alteraciones de la flora y fauna microbiana, reduce la permeabilidad y
afecta negativamente a la robustez de las plantas.
- Impactos sobre la
vegetación: representa los daños mecánicos infringidos a los árboles, la
eliminación del matorral y plantas, con la ausencia de su regeneración. Este
impacto puede ser grave
cuando se plantean actividades de uso recreativo que implican la recolección de
ejemplares o la creación de nuevos caminos sin respetar los que ya hay. También
provoca daños en la vegetación, la introducción involuntaria de especies
invasoras de plantas que se propagan rápidamente desplazando a las especies
autóctonas.
- Impacto
sobre la fauna silvestre: el uso recreativo indiscriminado del medio
natural afecta a la conducta y comportamiento de la fauna y puede llegar a
alterar sus niveles de reproducción, obligando a las especies más huidizas a
buscar nichos más tranquilos con el consiguiente empobrecimiento de la
diversidad biológica. Como en el anterior, este impacto puede ser muy grave
cuando se plantean actividades de uso recreativo que implican la muerte de
ejemplares.
- Impacto
sobre el agua: es un
recurso que provoca la afluencia de personas allá donde esté presente, siendo
utilizado tanto para la práctica de algún deporte como para beber. La
proximidad de zonas de asentamiento para el recreo en puntos y corrientes de
agua provoca procesos de contaminación como, por ejemplo, el baño en ríos y
arroyos sobre todo si se usan bronceadores, afecta no solo a la calidad del
agua sino también a la flora y fauna acuáticas. El problema se agrava en puntos
de alta concentración de visitantes.
- Impactos
sobre el entorno natural: se
refiere a afecciones al paisaje por la existencia de numerosas sendas que, en
algunos casos, llegan a tener una anchura similar a la de una pista forestal o
cortafuegos y por un exceso de señalización de caminos, que llega a ser
redundante provocando una pérdida de naturalidad en el paisaje. También la
presencia de basura en los montes, que exigen grandes esfuerzos de limpieza, y
que en ocasiones no llegan a ser retiradas por su dispersión.
Incompatibilidades
entre actividades recreativas
Existen incompatibilidades entre
algunos de los distintos usos que se dan en el medio natural y que acaban en
problemas de seguridad para la propia población sobre todo en caminos estrechos
y con fuerte pendiente. Prácticas como el ciclismo de montaña o el descenso extremo
son incompatibles con el senderismo. La incompatibilidad entre usos ha llegado
a extremos en los que detractores del ciclismo de montaña o las motos han
puesto trampas, poniendo en peligro la vida de las personas.
Ejemplos
de actividades que tiene un alto impacto en el medio
- En ocasiones se especializa el uso recreativo
de un medio natural, como construir unas pistas de esquí para practicar
ese deporte o utilizar los senderos para vehículos todoterreno, quads o
motos. Desde el momento en que estos elementos configuran en buena parte
el aspecto de la zona, cualquier alteración que provoquen implicará
inevitablemente que también el paisaje quede afectado por este tipo de
uso, perdiendo calidad para el uso recreativo general al ser uno de los
elementos de mayor atracción para el visitante.
- Las actividades en las que se necesiten
recoger muestras: la
reacción inmediata de muchas personas cuando encuentran algo de interés es llevárselo a casa para
observarlo mejor. Si alguien necesita tomar ejemplares para ilustrar algún
concepto o porque dentro del programa existe alguna actividad en este
sentido debe intentar coger cuantas menos muestras mejor. No obstante, en
general y sobre todo si la planta es rara, es mejor dejarla y conformarse
con la realización de un esquema, dibujo o fotografía. Además, cualquier
trabajo de observación será mucho más ameno y enriquecedor si se eligen
convenientemente los objetos de estudio y estos se devuelven
posteriormente al lugar donde se han extraído.
- Esto mismo es extrapolable a la recolección de
fósiles, minerales o restos de construcciones humanas, que destruyen
ambientes ya creados que representan el lugar donde viven o se alimentan
muchos seres vivos; el simple hecho de levantar una piedra y no volverla a
colocar en su sitio altera el equilibrio de un pequeño ecosistema.