• La combustión de carbón, petróleo y gas produce dióxido de carbono y
óxido nitroso. • La tala de selvas tropicales (deforestación): los árboles absorben CO2
de la atmósfera y de ese modo ayudan a regular el clima. Si se cortan, ese
efecto beneficioso se pierde y el carbono almacenado en los árboles se libera en
la atmósfera y aumenta el efecto invernadero. • El desarrollo de la ganadería: las vacas y las ovejas producen gran
cantidad de metano durante la digestión. • Los fertilizantes con nitrógeno producen emisiones de óxido nitroso. • Los gases fluorados causan un potente efecto de calentamiento, hasta
23.000 veces superior al producido por el CO2. Afortunadamente, estos gases se
emiten en cantidades más pequeñas y la legislación de la UE prevé su eliminación
progresiva. Fuente: https://www.ipcc.ch/