La aportación de la Unión Europea a la lucha contra el cambio climático a nivel internacional se ha caracterizado por su acción conjunta, es decir la Unión Europea actúa en representación de todos los Estados Miembros a la hora tanto de negociar los distintos acuerdos como de cumplirlos, y por el rol de líder que ejerce en las distintas COPs. A pesar de no ser el principal emisor de gases de efecto invernadero, y la diferencia de otras naciones con mayores tasas de emisión, la Unión Europea siempre ha mostrado su ambición en los distintos compromisos internacionales fijando objetivos de reducción vinculantes y cuantificables.