En 2014, se acordó el marco de actuación en materia de clima y energía hasta el año 2030, la UE se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40 % para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
En diciembre de 2020, teniendo en cuenta la necesidad de aumentar la ambición en materia climática, también conforme al Acuerdo de París, el Consejo Europeo refrendó un nuevo objetivo de reducción de emisiones para 2030. Los dirigentes de la UE acordaron un objetivo vinculante para la UE de reducción interna neta de las emisiones de gases de efecto invernadero, de aquí a 2030, de al menos un 55 % con respecto a los valores de 1990. La UE aumentará su ambición en materia climática para así:
1. impulsar el crecimiento económico sostenible;
2. crear empleo;
3. generar beneficios en materia de salud y medio ambiente para la ciudadanía de la UE;
4. contribuir a la competitividad global a largo plazo de la economía de la UE mediante la promoción de la innovación en tecnologías ecológicas;