La costa es una compleja zona muy dinámica donde suceden numerosos procesos físicos, químicos y biológicos e interactúan flujos que provienen de la tierra, el océano y la atmósfera. El impacto del cambio climático sobre ella puede tener consecuencias de gran relevancia. En España, la costa alberga elevados valores ambientales y mantiene una serie de actividades económicas de notable importancia, entre las que destaca el sector turístico (en la actualidad, la franja costera recibe el 80% del turismo en España, lo que representa un alto porcentaje socioeconómico de estas zonas), el transporte marítimo, pesca -marisqueo...,
Entre las presiones del cambio climático y sus posibles impactos en el medio físico costero pueden citarse las siguientes: un aumento del nivel del mar puede producir inundaciones, erosión costera, aumento de la intrusión salina y pérdida de humedales costeros; un aumento de la temperatura del agua del mar puede conducir a cambios en el sistema circulatorio y al aumento de las proliferaciones de algas; una variación en el oleaje puede dar lugar a importantes cambios en los procesos de erosión costera, formas de las playas o pérdida de la funcionalidad y estabilidad de obras marítimas.
En términos generales, el nivel del mar ha venido aumentando globalmente en el mundo entre 1961 y 2010 con una tasa promedio de 1.8±0.5 mm/año, aunque con importantes diferencias regionales. En España los datos disponibles indican que el nivel del mar aumentó en el norte de la península, durante la segunda parte del siglo XX, entre 2 y 3 mm/año. Las tendencias observadas en el Mediterráneo son algo menores.
Las proyecciones futuras de elevación del nivel medio del mar en España, para el horizonte del año 2050, dan un valor mínimo de 15 cm., en consonancia con las magnitudes señaladas en el Quinto Informe de Evaluación del IPCC.
Además, se ha observado durante los últimos 50 años un aumento importante de la altura de onda en las fachadas cantábrica y gallega, cambios en la dirección de la oleada en parte de los archipiélagos y de forma muy marcada en el norte de Cataluña. El clima marítimo en general, tiende a suavizarse en la zona de Cádiz.
Del análisis realizado, se prevé para 2050 un aumento muy probable de la cuota de inundación en toda España especialmente en la cornisa gallega y norte de Canarias con valores de hasta 35 cm y de 20 cm en el litoral mediterráneo, conduciendo a un mayor riesgo de eventos de inundación. El aumento del nivel del mar producirá además un retroceso de las playas con valores probables de hasta 15 m en Canarias, Huelva y Cádiz. Con todo, los cambios observados en la dirección de la oleada pueden dar lugar a daños más severos sobre las playas especialmente en la Costa Brava, Islas Baleares y sur de Canarias donde pueden llegarse a alcanzar retrocesos de hasta 70 m.
En cuanto a la funcionalidad de las obras marítimas se ha obtenido que es extremadamente verosímil que el pase de la oleada sobre la coronación de las obras marítimas aumente entre un 75 y un 100% con la consecuente reducción de operatividad en algunos de los puertos. Análogamente, en la mayor parte del Cantábrico es probable que sea necesario aumentar el peso de las piezas que garantizan la estabilidad de los diques entre un 10 y un 25%. Este problema es especialmente relevante en parte de las islas Canarias.
A modo de ejemplo, los siguientes mapas recogen la variación anual de la cuota de inundación y el retroceso de la línea de costa a lo largo de las costas españolas para el año 2050:
Entre las acciones que se proponen para hacer frente al cambio climático se consideran: la evaluación detallada a escala local, cualitativa y cuantitativa, de la vulnerabilidad de las zonas costeras, las estrategias de retroceso (abandono de áreas altamente vulnerables, recolocación de las infraestructuras, cultivos, actividad industrial y población directamente afectada, etc.), de adaptación (conservación del ecosistema costero en consonancia con una ocupación y uso racional de áreas vulnerables) y de protección (defensa de áreas vulnerables basada en infraestructuras de defensa de tipologías rígidas y/o tipologías blandas). La aplicación de una gestión integrada de la zona costera que incluya de forma explícita el cambio climático es la mejor estrategia para hacer frente al mismo.
Ver la siguiente infografía: https://www.adaptecca.es/microsites/costas/
Para descargar cartografía de Galicia relacionada por ejemplo con zonas inundables:
http://mapas.xunta.gal/visores/dhgc/